Eduardo Bitran, presidente del Club de Innovación: “Estos niveles de innovación empresarial nos van a costar el crecimiento potencial”

A mediados de agosto, el presidente del Club de Innovación y exvicepresidente ejecutivo de Corfo, Eduardo Bitran, en una columna publicada en DF, comentó que el decrecimiento de la productividad se debe a “un bajo esfuerzo de innovación empresarial”, el que atribuye a que existen “demasiadas barreras culturales” para innovar.

“No tengo una opinión positiva a nivel global y los ámbitos más complejos están en el nivel corporativo, es un tema fundamentalmente de cultura empresarial”, afirmó el también director de Codelco.

Bitran señaló que hace unos años, Chile figuraba primero en los rankings regionales de innovación, pero hoy se sitúa en niveles similares a los de México o Costa Rica y con “una brecha muy significativa” en comparación a los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

“Tenemos caídas de productividad importantes y eso tiene que ver, fundamentalmente, con insuficiente innovación. Desafortunadamente caímos en la trampa de los países de ingreso medio”

“Solo el 16% de las empresas en Chile realiza innovación, el equivalente de la OCDE es 44%, estamos muy lejos. Otro indicador es el esfuerzo de investigación y desarrollo, y el del sector empresarial viene cayendo a 0,15% del Producto Interno Bruto (PIB), es extraordinariamente bajo”, afirmó.

- ¿Qué le dicen esas cifras?

- Muestran que en Chile tenemos un tema preocupante, porque para poder crecer, necesita que su crecimiento potencial sea mayor, y la innovación tiene una enorme posibilidad de impactar la productividad. Tenemos caídas de productividad importantes y eso tiene que ver, fundamentalmente, con insuficiente innovación. Desafortunadamente caímos en la trampa de los países de ingreso medio, y que tiene varios componentes: productividad, ambiental, integración y cohesión social.

Estos (bajos) niveles de innovación empresarial nos van a costar realmente nuestro crecimiento potencial.

- ¿Qué afecta las capacidades de innovación de las empresas?

- Hay demasiados silos compitiendo al interior de las organizaciones; liderazgos extremadamente jerárquicos y a veces autoritarios; directorios arcaicos en el sentido de que no hay suficiente masa crítica de directores que entiendan que hay transformaciones muy profundas ocurriendo en el ámbito digital, y un foco excesivo en los resultados de corto plazo, no hay margen para el error. Todo lo anterior afecta nuestras capacidades de innovación.

- ¿Ve algún aspecto positivo?

- La nota positiva es algo que se ha venido trabajando desde hace muchos años. Me tocó iniciar el programa de capital de riesgo de Corfo en 1996 y ha sido una política de Estado, donde se ha impulsado el emprendimiento dinámico y Chile ha mostrado que es uno de los ecosistemas del mundo emergente más interesantes desde el punto de vista del desarrollo de startups basadas en tecnología. Eso nos da una luz interesante, porque hay un fenómeno que se llama corporate venturing, que es el vínculo que hacen las grandes empresas con las startups para influir en la cultura, para codiseñar y eventualmente invertir. Ahí podemos tener un espacio que mueva este ámbito y que acelere los procesos de innovación.

- ¿Cómo afectó la pandemia del Covid-19 a la innovación dentro de las empresas?

- Obligó a superar barreras culturales y generó cambios en términos de transformación digital a la fuerza, se aceleraron los procesos de incorporación tecnológica, pero no basta.

Aquí el tema cultural persiste, pero también está la orientación del Estado en torno a sus políticas en términos de la ciencia, tecnología e innovación y ahí también tenemos problemas.

-¿Cómo ve los cambios que plantea el Gobierno a la Ley a Ley de Incentivo Tributario a la I+D?

-La ley tiene casi una década y se usa por un grupo relativamete pequeño de empresas y no es atractiva para startups o emprendimientos más innovadores, porque el beneficio tributario es diferido y normalmente hay problemas de liquidez. Soy partidario de aumentar los límites, por una parte, para que las empresas grandes tengan más incentivo a innovar y, por otro, buscar mecanismos en que las más pequeñas puedan tener un crédito tributario para tener liquidez. Pero hay que tener cuidado, porque cada vez que hacemos una reforma tributaria, en la negociacion política se van dando ventajas a las empresas -ahora hasta 75.000 UF de ventas- y para innovar e impactar la economía nos interesan empresas de rápido crecimiento y que se transformen en firmas globales. Con estos esquemas seguimos agregando ventajas para permanecer pequeños.

Litio e hidrógeno verde

- ¿Chile tiene una ventana para innovar en soluciones para las industrias del litio e hidrógeno verde?

- Cuando me tocó negociar los contratos del litio, un tema de conversación fue por qué no han innovado en las tecnologías de extracción de litio que son tan intensivas en el uso de recursos hídricos en el desierto más extremo del mundo. Y me daban excusas, no había ni siquiera pilotajes. El tema central que hay que resolver es el tema hídrico y el esfuerzo de innovación en esos ámbitos ha sido tardío e insuficiente, porque es la principal amenaza estratégica de esa industria.

Respecto del hidrógeno verde, Chile tiene ventajas naturales importantes, pero para desarrollar proyectos de gran escala se requiere articular un conjunto de factores y regulaciones para hacerlos viables.